miércoles, 26 de agosto de 2009

¿DONDE QUEDA LA LEALTAD Y EL COMPROMISO?




¿DONDE QUEDA LA LEALTAD Y EL COMPROMISO?

Dr. Ernesto Olivas Dìaz

Dificilmente se puede caminar y cumplir al unísono con compromisos adquiridos. Los compromisos son obligaciones contraídos bajo palabra dada, sobre todo para ciertos cargos civiles que hacemos los electores para designar nombramientos que transformen la conciencia de la comunidad en que vivimos
Comúnmente vemos a la LEALTAD, definida como el cumplimiento de lo que exigen las leyes de la Fidelidad las leyes del Honor, las de la Hombría de bien, desvanecerse ante el “Pueblo que Elige”.
Siempre existen los que desean conducir los destinos de los pueblos, aunque no sepan que van hacer, que desean o a dónde van, pero utilizando simplemente compromisos “De mal cumplir y llenos de Infidelidad”.
Loable es mantener la palabra dada, obrando con rectitud y sin astucia; aunque en la actualidad y con frecuencia se prescinda de promesas dadas, atrayendo con astucia a las mentes de los hombres, para luego burlarse de quienes confiaron en su Lealtad.
En el estado de Coahuila con frecuencia vemos a funcionarios que olvidan su compromiso de Lealtad ante la comunidad que los nombró, y aun sin terminar de comer el pastel que se les otorgó, abandonan la mesa para comenzar otro nuevo.En esa ganancia, el compromiso de servir se transforma en servilismo, pues por mandato superior olvidan su promesa contraída con el pueblo para irse a otros puestos políticos que lo mantengan por mayor tiempo en el poder y de paso practicar el Partidismo.
Tristemente se observa una gran discrepancia en contra de los preceptos y los mandamientos, lo que origina que el 70% de los mexicanos no pueden confiar en otras personas, al 45% se les dificulte organizarse entre ellos y el 61% considere que el resto de las personas son corruptas. Y así, ante las festividades que con frecuencia vivimos, hay sectores, como la clase política, que sigue de fiesta gozando de todo tipo de privilegios, seguramente para transformar la conciencia de la comunidad en que viven, ratificando con esa pequeña muestra, la enorme desigualdad que existe en nuestro México.
Trotando a la par con el año y ante la crítica situación en que estamos viviendo, es prudente y saludable que obliguemos a todo AQUEL que pretenda ocupar un puesto de elección popular muestre sus credenciales, que sepa o diga para dónde va o que quiere, pero sobre todo que cumpla con sus compromisos hasta el último día estipulado, ofreciendo así la LEALTAD QUE EL PUEBLO SE MERECE.
Nva. Rosita Coah.; Agosto, 2009
Dr.Ernesto Olivas Díaz

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